
El orujo que se produce al exprimir la col lombarda se extiende sobre una placa de horno y se seca en un deshidratador o en un horno abierto a 65°C.
Pulverice finamente el orujo seco en un procesador de alimentos y guárdelo en un recipiente hermético hasta que esté listo para usar.
Así que rápidamente tienes a mano un poco de “polvo de hadas” aromático para tus creaciones.