
Los alimentos que están a punto de echarse a perder se pueden conservar secándolos.
La razón es que ya no hay agua libre activa que pueda permitir procesos de putrefacción.
Los plátanos se pueden cortar en rodajas transversales o longitudinales y luego secar. Son herméticos, se pueden conservar casi indefinidamente y son adecuados, por ejemplo, como snacks.